La terapia pretende crear un espacio de comprensión, confidencialidad y aceptación en el que adquirir un mayor conocimiento de uno mismo y de su entorno, facilitar la toma de decisiones, propiciar el crecimiento personal, aumentar la seguridad y confianza en uno mismo y afrontar y gestionar problemas que superan los recursos personales.
De este modo abordaremos las dificultades, los problemas emocionales, pérdidas importantes, situaciones de confusión, desorientación en su vida personal, con su familia, o de pareja.
¿En qué momentos puede ser necesaria la ayuda de un psicólogo?
- Problemas del estado de ánimo, depresión.
- Baja autoestima, dependencia emocional.
- Perdida de un ser querido, duelo complicado.
- Estrés.
- Problemas de ansiedad, preocupaciones intensas. Miedos. Obsesiones.
- Problemas de relación social. Problemas de pareja.
- Enfermedad mentales crónicas, atención a la discapacidad. Soporte y apoyo a las familias.
- Trastornos de alimentación.
- Agresividad, problemas del control de impulsos.
Estas situaciones podrán solucionarse a través del trabajo personal, centrado en el presente y con una psicología práctica, de crecimiento y de mejora.