La familia es el núcleo fundamental de crecimiento y de entrega. Los problemas que surgen tanto en ella como en la pareja generan miedos, preocupaciones y situaciones que afectan seriamente a la persona.
A través de la mediación se pueden crear puentes entre las partes en conflicto para poder llegar a la resolución mediante la ayuda de un tercero neutro e imparcial. Con ella se pretende generar capacidad de consenso, proporcionando a la familia un espacio en el que puedan tener cabida todos aquellos temas sobre los que sus miembros deben tomar decisiones.
¿Cuáles son los temas más frecuentes que se tratan en la Mediación?
- Separación y divorcio.
- Custodia de los hijos, visitas, régimen económico.
- Pautas de educación y cuidado de los hijos.
- Decisiones sobre cuidado de mayores o personas con discapacidad.
- Herencias.
El objetivo es integrar de forma armoniosa estas decisiones y las emociones asociadas a ella.
¿Cuándo es adecuado solicitar una mediación?
Lo ideal sería que la mediación sea solicitada antes de comenzar cualquier proceso judicial, pero la mediación tiene cabida en cualquier momento. Es un proceso con plazos determinados que facilita la resolución y el establecimiento de acuerdos.